Observemos desde la ventana del tren todos esos periódicos, revistas, comentarios que revisamos a lo largo del día, donde encontramos sólo tormentos; mira cómo se van alejando esas personas que toleramos a fuerza de mucho morder la propia lengua; siente cómo cambia el aire de olor, de textura, de grosor. Ya lo cotidiano quedó envuelto en la bruma de la distancia, ya no se distingue, ya no puede hacerte ruido.
Este tres va a llevarte donde quieres estar, donde sueñas cada día con estar.
Mientras esperas, cómodo, relajado, sin dolor de cabeza, sin cuentas por pagar, sin papeles por entregar, acompañado, si quieres, de tus seres queridos, o en solitario, como te sientas mejor; mientras esperas, descansa. Relaja los músculos, suelta la mandíbula, afloja el ceño, despierta la mirada.
El paisaje cambia cada tanto. Puedes observarlo, puedes tomar nota, puedes dibujarlo o tomar fotografías. Puedes conversar con otros pasajeros, puedes comer lo que te ofrecen en el kiosko. En el tren existe la cortesía de lo gratuito, existe la amabilidad de la distancia, existe el respeto del silencio.
Pronto se hará de noche y te asignarán un vagón para dormir; puedes estar sólo o acompañado; puedes ver películas o escuchar música. Las camas son grandes, son cómodas, son mullidas y suaves; el movimiento del tren te sirve de arrullo.
La mañana siguiente encontrarás un desayuno servido: puedes comer lo que quieras y cuanto quieras, no va a costarte más, nadie va a quedar fallo porque comas doble, el tren está preparado para que todos se sacien. Pronto podrás bajar, turistear un poco por los al rededores, darte un buen baño en la playa, mojarte los pies en el helado cauce de un río, respirar las neblinas de la montaña. Pronto podrás caminar descalzo sobre tierra firme, lavarte la cara en un lago cundido de cisnes, colgarte de las ramas de un árbol en compañía de monos y guacamayas.
Falta aún para llegar al destino. Mientras estés en el tren, todo va sobre ruedas. Por llegar, no te preocupes, te aseguramos que vas a hacerlo. Mientras tanto, relájate, suelta el ceño, baja los hombros, baja la guardia, disfruta el viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario