13 agosto, 2016

Opinión N° 8: La Histeria y los Tabloides

Recaigo en las noticias como quien recae en las drogas. Son veneno que sólo se busca para que patee la lengua -el cerebro, el cuerpo entero- un rato y nos saque de un letargo ensordecedor.

Muy poético ¿no?

Si debo ser sincera, conmigo misma y con quien pueda leer esto allá afuera en el vasto mundo, debo reconocer que leo periódicos -digitales, claro- en busca del desastre, en busca de la semilla del caos que ha de explotar, según yo, a como de lugar.

¿Le sucede esto a alguien más? ¿O soy yo la única psicópata?

Me parece que leo noticias cuando estoy buscándole el talón a algún Aquiles en particular; cuando, con ánimos de destrucción, miro lo que me rodea, y no encuentro puntos débiles. Cualquier tabloide me va a dar la respuesta temporal que busco, uno que diga que el General Nosequién se pronunció en descontento, o que consiguieron al Diputado Cualquiercosa recibiendo dádivas bajo cuerda. Semillas de destrucción que, seamos de nuevo muy sinceros, no van a destruir nada -salvo nuestros nervios colectivos.

No vengan a decirme que, cuando están de mal humor, buscan leer el periódico para alegrarse.



En serio ¿alguien concuerda conmigo? ¿O tengo que culpar a las hormonas de unos desvaríos que saben a verdad pura?

En mi humilde opinión, el mundo es lo mismo que cuando comenzó, los hombres y mujeres somos los mismos, tenemos los mismos tumbaos, nos carcomen los mismos miedos, sólo que ahora somos más, muchísimos más, y el resuello mutuo nos causa un poco de histeria. Es decir, no hay noticia que no haya sido cuento viejo antes de nacer.

En momentos como hoy, cuando hay ganas de romper cosas, mejor salir al aire libre, poner unos cuantos metros cuadrados entre tú y todo lo demás. Mejor buscar la manera de respirar tranquilos el aire limpio -donde se pueda.

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